La crítica de la semana. ‘Emboscada final’: aires clásicos
Del director John Lee Hancock (Un sueño posible), ‘Emboscada Final’ retrata la historia nunca antes contada de los legendarios detectives que pusieron fin a la historia de Bonnie y Clyde. Cuando todos los esfuerzos de FBI y la última tecnología forense no son suficientes para atrapar a los criminales más famosos de la nación, dos antiguos Rangers de Texas (Kevin Costner y Woody Harrelson) deberán confiar en su instinto y en sus habilidades de la vieja escuela para cumplir con el objetivo.
Gracias a las nuevas tecnologías, la oferta visual se ha vuelto prácticamente inabarcable, alumbrando muchos productos que, de otro modo, probablemente no veríamos en las actuales salas de cine o las televisiones generalistas.
‘Emboscada final’, es un claro ejemplo de la variada oferta de Netflix.
El director John Lee Hancock crea una cinta con aires clásicos, centrada en la pareja protagonista y su objetivo: dar caza a los criminales más famosos de la historia de Estados Unidos, Bonnie y Clyde, aquí desmitificados y retratados a través de sus acciones como lo que eran, unos asesinos crueles y sanguinarios.
Su pausada (y un tanto anodina) narración lo fía todo a las caracterizaciones de Costner y Harrelson, espléndidos en sus papeles de viejos, cansados, sabios e imperfectos hombres de la ley, que viven su retiro como peces fuera del agua en una época de cambios sociales y avances tecnológico-científicos en la lucha contra el crimen.
Parcos en palabras, su misión es lo primero, y la cumplirán a cualquier precio.
Costner se mete en la piel del Ranger Frank Hamer con la experiencia de una carrera sólida pero llena de altibajos; las arrugas de su rostro imprimen carácter a un agente curtido por el peso de los años, y la culpabilidad latente por la sangre derramada (y no siempre justificada).
A su lado, Harrelson sigue perfeccionando el papel de hombre corriente con Manny Gault, otro gran Ranger que no ha sabido encontrar su lugar en el mundo fuera de hacer cumplir la ley, y la vida civil le sienta peor que un balazo en la cabeza.
Con un plantel de secundarios de lujo alrededor de la pareja, ‘Emboscada final’ bien podría haberse rodado hace 3 ó 4 décadas, y quizás ese sea su principal pero, a la hora de exhibirla fuera de Netflix.
Cuando la película tiene que volar por encima del mimo con el que retrata a sus personajes, Hancock se muestra perezoso, quizás intencionadamente centrado en mostrarnos un western vintage, pero capaz de sacar de la película al espectador medio de este siglo aquejado de hipervelocidad.
Con todo, ‘Emboscada final’ es una apuesta sólida y disfrutable, tanto para los fans de la historia de Bonnie y Clyde (la real, no el mito), como para los que creen que hay cine más allá de las salas y agradecen que Netflix y otras plataformas de streaming asuman el riesgo de traer algo distinto.
Lo mejor: Costner, Harrelson y la desmitificación de Bonnie y Clyde.
Lo peor: en los aspectos técnicos y narrativos, Hancock no arriesga lo más mínimo.
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