Críticas de Cine. 'Wonder Woman': el DCEU remonta el vuelo
La Mujer Maravilla es
la Princesa Diana de las amazonas. Tomó su nombre de la diosa de la caza.
Fue formada en un
principio por su madre en una figura de arcilla. Se le concedió vida por la
súplica de su madre (Hipólita) a la diosa Afrodita. Concebida de este modo por
gracia de una diosa, Diana creció siendo la más bella amazona de la Isla
Paraíso, con la sabiduría de Atenea, tan fuerte como Hércules y más ágil y
veloz que Hermes.
Contrariando los
deseos de su madre, con un disfraz logró escabullirse y ganar la competencia
para elegir la amazona más poderosa, la que debía partir de la Isla para
auxiliar a los mortales en su lucha contra el nazismo.
En su afán por
diferenciarse de Marvel en la gran pantalla, fuera del manto protector de la
incontestable Trilogía del Caballero Oscuro, DC se ha movido entre la arrogancia y el ridículo.
El
ridículo llegó con 'Linterna Verde', la arrogancia con 'Man of Steel', y la
combinación de ambas explotó en 'Batman v Superman'. Entre semejante batiburrillo, Wonder Woman irrumpió con fuerza
arrolladora, convirtiéndose en la gran esperanza de un universo necesitado de
cordura y rumbo.
Pues bien, 'Wonder
Woman' es la primera gran película del DCEU.
El
debut en solitario de la Diosa Amazona es una aventura de orígenes clásica,
amable, feminista (sin extremos) y divertida, donde todo está en su sitio para
agradar al espectador, sin estridencias ni 'momentos Martha' que nos revuelvan
en la butaca.
Patty Jenkins y Gal
Gadot nos entregan una heroína fuerte, buena y patológicamente optimista (que
no ingenua); no cosificada ni sexualizada. Rodeada de un reparto al servicio de
la protagonista, con Chris Pine y su carisma a la cabeza.
Jenkins, además, no
necesita testosterona para montar un tremendo espectáculo de acción donde Diana desate
todo su poder, con escenas que miran de tú a tú a Zack Snyder y sus alardes
visuales.
Su película (como la
de tantas otras grandes cineastas) deja claro que la cosa no va de sexos, sino
de personas. La igualdad llegará cuando las mejores personas para la tarea
encomendada sean elegidas, sin atender a su género.
Sin embargo, la objetividad es
puñetera, y 'Wonder Woman', no escapa a
lo obvio: tras dar vueltas y más vueltas, el triunfo de DC ha llegado... haciéndose un Marvel.
Ww y el 'Capitán
América' de Joe Johnston comparten prácticamente todo: héroe de fuertes
convicciones, con una persona a su lado poderosa e independiente (Steve Trevor
aquí; Peggy Carter en el capi); una guerra que puede acabar con la Humanidad;
un equipo mercenario que les ayude en su lucha contra el mal (y sirva de alivio
cómico) y un villano (flojito) sin escrúpulos, con sus correspondientes
vasallos tarados.
Sin duda, este es el
camino a seguir si la intención es conciliar al público con la crítica y, de paso, hacer
justicia a un personaje que lleva dando caña en los cómics desde los años 40.
Igual
que Superman nunca fue un cansino triste y depresivo, la Mujer Maravilla no
recurría a la violencia a menos que no le quedara más remedio.
Gal Gadot ha hecho
suyo el personaje, Jenkins ha hecho suya la película, y DC y Warner, esperemos,
han aprendido la lección para el futuro. Semejantes iconos del Noveno Arte como los
de Dc, merecen ser bien tratados.
El DCEU tira y anota. Que siga la racha
en 'La Liga de la Justicia', tras sus miles de reshoots, y la bienvenida co-dirección de Joss Whedon.
Lo mejor: Gal Gadot se gana
los galones.
Lo peor: esta peli ya la
hemos visto.
Por: Eduardo Bonafonte Serrano.
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