Críticas de Cine. 'Vaiana': con el viento a favor
La historia se
desarrolla hace dos milenios en unas islas del sur del Pacífico. La
protagonista es Vaiana Waialiki, una joven que desea explorar el mundo
navegando por el océano. Ella es la única hija de un importante capitán que
pertenece a una familia con varias generaciones de marinos.
En
los últimos años, el trono animado de Pixar ha sido usurpado en ocasiones por
sus competidores, y también por su gemela, Walt
Disney Pictures Animation.
'Enredados',
'Frozen' o 'Big Hero 6' sacaron los colores a la adorable lamparita, ampliando
el campo de batalla para bien de los espectadores.
'Vaiana
(Moana en su versión original)' reúne a lo más granado del terreno creativo, a
la hora de producir sueños en la Casa del Ratón: John Musker, Ron Clements, Mark Mancina, John Lasseter o Lin Manuel
Miranda son solo algunos ejemplos de la genialidad puesta al servicio de la
película, que se nota en el resultado final.
'Vaiana'
constituye una aventura deslumbrante en
lo técnico y bellísima en lo emocional.
El
colorido despliegue, repleto de texturas, nos zambulle en el océano como un
navegante más, disfrutando sin pausas del
magnífico viaje de autoconocimiento de la protagonista, que trascurre en un
suspiro pese al abultado (para el género) metraje.
Fiel
a los valores que han hecho de Disney lo que es, la magia, además, se actualiza para las nuevas generaciones. La
joven Vaiana lava la cara al arquetipo
de heroína-princesa Disney: más realista, aguerrida, humana y, en
definitiva, dueña y señora de una función que sostiene por sí sola.
A
su lado, el excelente Dwayne Johnson, en
la piel de Maui, apuntala su talento y carisma inagotables, personificando
a un semidiós tan chulo como encantador, el compañero perfecto para surcar los
mares.
Cierto es que la
trama resulta convencional, y casi todo lo que ocurre lo hemos visto anteriormente.
Pero tan importante es la historia como
el saber contarla, y ahí 'Vaiana' se beneficia del oficio de Musker, Clements y
su equipo, y el hecho indiscutible de que Disney conoce a la perfección los
mecanismos del perfecto blockbuster,
tras décadas de adaptación y perfeccionamiento.
Mención
aparte merecen, por su calado e importancia en la cinta, el rigor en la
ambientación (que, en esencia y pese a las críticas, conserva el espíritu
aventurero y la riqueza cultural de las islas del Pacífico), la potencia de las canciones y la excelente
banda sonora del veterano Mark Mancina, que suman y engrosan con acierto el
ya mítico acervo musical de la Major.
Os
aguarda un viaje con el viento a favor,
maravillas por descubrir, diversión asegurada y marinos expertos al timón.
Lo mejor: cautiva de
principio a fin.
Lo peor: la historia, mil
veces vista.
Por: Eduardo Bonafonte Serrano.
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