Críticas de Cine. 'Jason Bourne': Greengrass y Damon, imparables
Jason
Bourne ha recuperado su memoria, pero eso no significa que el más letal agente
de los cuerpos de élite de la CIA lo sepa todo. Han pasado doce años desde la
última vez que Bourne estuviera operando en las sombras. ¿Qué ha ocurrido desde
entonces? Todavía le quedan muchas preguntas por responder. En medio de un
mundo convulso, azotado por la crisis económica y el colapso financiero, la
guerra cibernética, y en el que varias organizaciones secretas luchan por el
poder, Jason Bourne vuelve a surgir, de forma inesperada, en un momento en que
el mundo se enfrenta a una inestabilidad sin precedentes. Desde un lugar oscuro
y torturado, Bourne reanudará la búsqueda de respuestas sobre su pasado.
Escuchar una canción similar, si es condenadamente buena, siempre apetece.
Esto es lo que ocurre con Jason Bourne en manos de Matt Damon y Paul Greengrass. Tras el
cambio de rumbo que supuso 'El legado de Bourne', una cinta esforzada e
interesante pero tremendamente irregular, el
letal agente regresa por todo lo alto en manos de quienes mejor le conocen.
'Jason Bourne' no inventa a nada respecto a las tres
entregas con Damon como protagonista.
Con menos preguntas por responder acerca del pasado del
ex-desmemoriado activo, y una nueva amenaza que combatir, la cinta de
Greengrass enfila desde el minuto uno el
camino de la acción a raudales, con escenas tan inventivas y excelsas en su
planificación, ejecución y precisión, que
convierten el viaje por el convulso mundo de Jason en todo un manual de cómo hacer la película de acción contemporánea perfecta.
La reaparición de Julia Stiles prende la mecha de una
bomba de adrenalina que, si bien no es tan profunda con Bourne y en sus
metáforas como las anteriores, nos
mantiene pegados a la butaca durante dos horas de máximo disfrute, que
desembocan en el clímax más contundente
e impresionante que hemos visto en el género en, al menos, un lustro.
Con la franquicia retomada y en plena forma, podemos vanagloriarnos de la aparición de
un nuevo personaje que, seguramente, determinará el futuro de la misma: la
analista cibernética Heather Lee (Alicia
Vikander).
Compleja,
astuta y manipuladora, la Vikander se las arregla para darle la
réplica al lacónico e implacable Damon, construyendo una relación de medias
verdades que enriquecen el ya de por sí estimulante retorno de Jason Bourne: el único e incomparable.
Con
semejante fuerza motriz, que vengan todas las entregas que quieran.
Eso sí, con Matt y Paul al timón.
Lo
mejor: es pura adrenalina.
Lo
peor: el Bourne atormentado y sus motivaciones, se diluyen un
poco en favor del ruido.
Por: Eduardo Bonafonte Serrano.
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