Críticas de Cine. 'Buscando a Dory': deslumbrante secuela
Han
pasado unos meses tras los acontecimientos de “Buscando a Nemo”, y ahora la
aventura se centrará en la amnésica Dory, que iniciará un trepidante viaje a lo
largo de toda la costa de California para intentar encontrarse con su familia.
La Alianza de la todopoderosa Disney y Pixar, que ha dado
tantas alegrías a espectadores de todo el mundo, sigue viva y coleando en la
segunda entrega de la imprescindible ‘Buscando a Nemo’. En esta ocasión, la
adorable desmemoriada Dory emprende un trepidante viaje para encontrar a sus
padres.
Si bien la cinta de Andrew Stanton pierde la mágica sorpresa del original, la secuela cumple con nota,
dejando patente que Pixar no se limita a hacer los deberes.
El impecable acabado nos sumerge en unas profundidades
llenas de vida y color. El mar, su fauna
y su flora son tan ricas en matices que debemos esforzarnos para captar la
inabarcable belleza de la película.
Por suerte (algo difícil de encontrar en el Hollywood de
hoy), también hay una historia detrás:
no estamos ante el mero refrito encaminado a vivir (y lucrarse) de las rentas.
Obviando las obligadas similitudes del viaje, abundan los
nuevos personajes tremendamente alocados y ‘slapstick': el pulpo paranoico,
hipérbole con tentáculos que nos regala un momentazo
tras otro; la pareja de focas; el tiburón corto de vista y su amigo sin
ecolocalización; la parlanchina ostra que necesita urgentemente un Psiquiatra… Nemo, Marlin y Dory no están, ni mucho
menos, solos en la montaña rusa.
Tampoco faltan las aleccionadoras señas de identidad que
hacen grande a Pixar. ‘Buscando a Dory’
es un emotivo canto a la amistad, la familia, el amor y la incierta búsqueda de
nuestro lugar en el mundo.
Hay secuelas que se justifican por sí solas. Sin duda ésta
es una de ellas.
Lo
mejor: va más allá del espectáculo visual.
Lo
peor: pierde la chispa de la primera entrega.
Por: Eduardo Bonafonte Serrano.
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