Críticas de Cine. 'Rock the Kasbah': de Rock, nada
Un manager musical
(Murray) viaja junto a su último cliente hasta Afganistán para una serie de
conciertos. Pero una vez allí se quedará tirado, solo, y sin dinero, pasaporte
o transporte para volver a casa. No obstante, y cuando peor se le estaban
poniendo las cosas, conoce a una joven con una voz portentosa, lo que le
animará a viajar hasta Kabul para intentar presentarla a The Afghan Star, la
versión local del conocido programa de televisión The American Idol.
Cuando
la proyección de la última de Barry Levinson llega a su fin, aflora la peor de
las preguntas para un crítico: ¿qué querían hacer con la película?
¿Es
una comedia? No, porque apenas tiene gracia.
¿Es
un drama? Tampoco, pues tanto Yanquis como Afganos parecen a punto de echarse
unas risas, incluso cuando les llueven bombas.
¿Es
una cinta política, de denuncia social? Salvo las sinceras pinceladas de los
dos traficantes de armas (Danny McBride y Scott Caan, lo mejor de la función)
que se lucran sin pudor jugando con Dios y el Diablo, la cinta de Levinson
abunda en topicazos homófobos,
reduciendo la cultura Islámica a una suerte de iletrados Pastores Fanáticos y
presentando (quizás sin querer) a los Norteamericanos como una panda de
endogámicos culturales que no ven más allá de sus benditas barras y estrellas.
Salvo
alguna gracieta ocasional, 'Rock the
Kasbah', desaprovecha todas sus ventajas. Bill Murray y Bruce Willis (abueletes de machismo trasnochado) se
interpretan a sí mismos en modo 'cobro y me largo'; Kate Hudson parece
dispuesta a protagonizar series de televisión por siempre jamás y la joven
promesa Afgana, ni canta tan bien ni tiene el carisma suficiente como para
creerla capaz de poner un país patas arriba.
No
todos los días se tiene entre manos argumento tan jugoso como el de una mujer
que desafía las leyes, usos y costumbres de los suyos para cantar a Cat Stevens
a cara descubierta en la tele.
Con
la mitad, Aaron Sorkin gana tres Oscars. No busquen revolución, ni esperen Rock in the Kasbah.
Esta
peli pica menos que los rapeos de Will Smith. Avisados quedan.
Lo mejor: la pareja de
traficantes de armas.
Lo peor: aburre a las ovejas,
sean o no Afganas.
Por: Eduardo Bonafonte Serrano.
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