Críticas de Cine. 'Sicario': con la droga no se juega
En la zona fronteriza que se extiende entre Estados Unidos y México, una joven e idealista agente del FBI es reclutada por una fuerza de élite del Gobierno para luchar contra el narcotráfico. Bajo el mando de un asesor enigmático y de turbio pasado, el equipo emprende una misión clandestina que lleva a la mujer a cuestionarse sus convicciones con tal de sobrevivir.
Cuando la cosa está que arde, el fin justifica los medios.
Éste podría ser el resumen de ‘Sicario’, la nueva película de Denis Villeneuve que ahonda en la lucha contra el narcotráfico en la frontera entre México y los Estados Unidos, a través de las vivencias de una agente que sigue creyendo en el sistema y ve como, poco a poco, la delgada línea que separa lo moral de lo necesario se desdibuja.
Es innegable que Villeneuve sabe atrapar al espectador recreando atmósferas agobiantes.
‘Sicario’ es una película incómoda, donde todos y cada uno de los personajes están machacados mental y físicamente, embrutecidos por una guerra que no sabe de buenos y malos en su definición pura… y simple.
El épico despliegue del thriller es también violento, oscuro, desapasionado: el director no aplica matices, filtros ni juicios que nos alejen de la realidad. Quiere que suframos la encarnizada lucha fronteriza, que nos metamos en harina y discutamos sobre las mil caras de la Ley, en las antípodas unas de otras.
Sin embargo, desprovista de su impecable acabado técnico y el buen hacer de los actores (Benicio Del Toro, Josh Brolin y Emily Blunt despliegan todo su talento envueltos en aparente frialdad), ‘Sicario’ arrastra un problema que le acompaña durante todo el metraje: la simplicidad de la historia.
El descenso a los infiernos de la joven e idealista agente, las decisiones de sus compañeros y sus enemigos; la dosificación del suspense e incluso el tramo final son harto predecibles, lo que deja la película por debajo de otras aproximaciones a las cloacas del Estado como ‘La noche más oscura’ o el ‘Traffic’ de Soderbergh.
Así y todo, la filmografía de Villeneuve sigue sumando puntos, constituyéndose como una de las más interesantes de los cineastas del Siglo XXI. Si continúa la progresión, sin duda tendremos una (o más) Obras Maestras en el futuro.
‘Sicario’ roza la cumbre… sin coronarla.
Lo mejor: el trío protagonista y la opresiva atmósfera.
Lo peor: bajo todo lo que reluce, resulta en exceso familiar.
Por: Eduardo Bonafonte Serrano.
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