Críticas de Cine. ‘Ted 2′: ¡vuelven los compitruenos!
Recién casados, Ted y Tami-Lynn quieren tener un bebé. Pero antes de ser padre, Ted tendrá que demostrar ante un tribunal de justicia que es una persona.
La premisa para disfrutar de la segunda entrega de Ted es sencilla: rendirse al poderío chorra de Seth Macfarlane que, aún haciendo siempre lo mismo (‘Padre de familia’, ‘Padre Made in Usa’, ‘El show de Cleveland’) consigue arrancarnos tantas reflexiones como carcajadas.
Cada una de las señas de su alocado humor continúan presentes en ‘Ted 2′: números musicales, múltiples referencias a la cultura pop, escatología, sátira, crítica de actualidad, moralejas y variados momentos que sólo pueden calificarse como ‘increíblemente brillantes o deliberadamente estúpidos’.
Sin complicarse demasiado la vida, MacFarlane lo fía todo al talento para la comedia de Mark Walhberg (que opta por el mejor curso de acción posible a la hora de interpretar su personaje: tomar al deslenguado oso de peluche como real), al soplo de aire fresco que supone Amanda Seyfried y el indudable tirón del Osito, entregando una comedia más grosera, deslenguada, puñetera y, sin duda, más reivindicativa que la anterior entrega.
Porque, debajo de los chascarrillos para mayores de 18 años, las ofensas a todos los colectivos, la subversión generalizada, la autoparodia y la mofa del sueño y los valores americanos, MacFarlane siempre incluye lecturas que valen la pena señalar.
En este caso, entre otras cosas, ‘Ted 2′ llama a la tolerancia, en una nación harta de presumir de libertades mientras se empeña, por la vía de los hechos, en coartarlas.
¿Qué más da que un Oso de peluche quiera adoptar un hijo, siempre y cuando sea un buen padre? La misma pregunta valdría, por ejemplo, para una pareja homosexual.
Que MacFarlane desconoce la mesura y que la corrección política se la trae al fresco es algo que todos sus fans (y detractores) saben. No hay nada en la secuela que ofenda, atice, enerve o entretenga más (o menos) que cualquiera de sus productos.
‘Ted 2′ es una dignísima continuación del éxito de taquilla, cargada de momentazos para recordar y también pasajes olvidables, soeces y pasados de vueltas.
Por suerte, lo primero supera a lo segundo.
Los compitruenos están de vuelta… ¡con las pilas cargadas!
Lo mejor: el momento de ‘enterrar el porno’ y la plantación de marihuana.
Lo peor: algunos chistes tremendamente obvios.
Por: Eduardo Bonafonte Serrano.
Totalmente de acuerdo con la parte de los chistes, algo absurdos en momentos. Ted no es de las películas que necesitan grandes análisis ya que es una historia simple que busca hacer reír y punto. Entretenimiento y muchas risas con humor ácido a partes iguales, para disfrutarla con los amigos en un ambiente relajado. Ted 2, la película es divertida, arrogante, irreverente, lo que a muchos ha matado de risa con ese humor tan ácido y negro que lo ha caracterizado desde la primera entrega. Hayas visto o no la primera parte de las aventuras de este peculiar oso, es casi seguro que disfrutarás esta segunda entrega.
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