Críticas de Cine. 'Misión: Imposible. Nación Secreta': él espectáculo está servido

Póster de Misión: Imposible. Nación Secreta

Con la FMI disuelta y Ethan Hunt (Tom Cruise) abandonado a su suerte, el equipo tiene que enfrentarse contra el Sindicato, una red de agentes especiales altamente preparados y entrenados. Estos grupos están empeñados en crear un nuevo orden mundial mediante una serie de ataques terroristas cada vez más graves. Ethan reúne a su equipo y une sus fuerzas con la agente británica renegada Ilsa Faust (Rebecca Ferguson), quien puede que sea o no miembro de esta nación secreta, mientras el grupo se va enfrentando a su misión más imposible hasta la fecha...

Tras la segunda entrega de la saga protagonizada por el incombustible Ethan Hunt, donde John Woo desplegó todo su potencial para el exceso, rozando el ridículo en ocasiones, muchos pensamos que la misión imposible tocaba a su fin.

Sin embargo, llegó el revitalizador de franquicias por excelencia, J.J. Abrams, y reseteó la saga con una tercera entrega espectacular, que devolvió a Cruise y su equipo a lo más alto dentro de un género donde cada vez es más difícil sorprender al espectador.

'Nación Secreta' se confirma como la mejor y más vigorosa entrega hasta la fecha. Dos horas non stop donde el enchufadísimo Tom Cruise (actor que no tiene nada que demostrar, pero sigue empeñado en intentarlo) lleva al límite su condición de atleta (atentos a la persecución en moto y el despegue del avión) y demuestra, una vez más, que hay estrellas de Hollywood que aún merecen reconocimiento dentro del politizado y corporativo Star System.

Pese a su condición de divertimento veraniego, cargado de humor y adrenalina, el director Christopher McQuarrie se toma su tiempo en dibujar los personajes, haciendo hincapié en el líder del temible Sindicato, presentando a los nuevos fichajes de la franquicia con estilo (esta vez, chica salva chico) y respeto y, además (otro de los grandes aciertos de la cinta), convirtiendo a Hunt en un ser humano que necesita desesperadamente la ayuda de su equipo.

Ving Rhames, Jeremy Renner y el siempre bienvenido Alec Baldwin (que interpreta aquí al típico idiota trajeado de serie en cualquier Gobierno, al parecer) complementan al tándem Cruise-Ferguson... exudando carisma y química.

Con semejante espectáculo y el favor de la taquilla, hay misiones para rato... ¡por suerte!

Lo mejor: Tom Cruise, protagonista absoluto, entregado al cien por cien.

Lo peor: ¿dónde está escrito que el malo de la peli tenga que disparar siempre a alguien, porque sí?

Por: Eduardo Bonafonte Serrano.

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