'Hablando de Series'. 'El Ministerio del Tiempo': cf española... ¡y muy buena!

Si Sheldon Cooper estuviera aquí, tras ver un episodio de 'El Ministerio del Tiempo', seguramente soltaría su famoso 'Zas, en toda la boca (Bazinga! en su versión original)' a los que dijeran que en España no se hacen buenas series.

Vaya si se hacen. Y además, de Ciencia-ficción.

'El Ministerio del Tiempo' nace mirando al pasado, recordando otros shows míticos por los que se ve claramente influenciado (sobre todo el 'Doctor Who' de la BBC), pero también dotando a la experiencia de un sentimiento cien por cien patrio.

La serie de Televisión Española y Cliffhanger TV, explora las andanzas del paramédico Julián (Rodolfo Sancho), el Soldado Alonso (Nacho Fresneda) y la universitaria Amelia (Aura Garrido), tres agentes del Ministerio del Tiempo, el secreto mejor guardado de la Administración española.

A través de las puertas del tiempo, se zambullen en el pasado de la historia de España, deshaciendo los problemas orientados a cambiarla, conociendo en el camino a ilustres personajes de nuestro pasado como Francisco Franco, Lope de Vega, el Empecinado o el mismísimo Tomás de Torquemada.

Hay varias cualidades muy bienvenidas en este ejemplo de buena televisión: su agudo e irónico sentido del humor, donde no faltan las alusiones a la actualidad política y los problemas que siempre existirán sea el tiempo que sea; la cuidada factura, que invierte muy bien cada euro; el buen hacer del elenco (con personajes poliédricos y bien trabajados), donde además de los protagonistas principales encontramos actores de la talla de Juan Gea o Jaime Blanch; los sólidos valores que atesoran sus personajes y, para terminar, la calidad de los guiones, que hilan muy fino y van construyendo episodios altamente interesantes, alrededor de la trama central.

La serie, creada por Juan y Pablo Olivares, no tiene nada que envidiar a otras producciones del género fantástico/ciencia-ficción, demostrando cada semana que superarse es posible y que lo más importante no es el dinero que inviertas, sino la calidad e interés de la historia.

Es un placer dedicarle una entrega de esta humilde sección a una serie española que, sin duda, merece todas y cada una de sus loas.

El Ministerio ¡os espera!