Críticas de Cine. ‘Capitán Harlock’: piratas en el espacio

Es el año 2977 y 500 mil millones de humanos anhelan regresar al planeta Tierra que todavía consideran su hogar. El Capitán Harlock busca un dominio intergaláctico absoluto mientras lucha contra la corrupta Coalición Gaia, que gobierna la raza humana en todos los confines del espacio. 

Con el fin de vengarse de aquellos que le han hecho daño a él y a la humanidad, el misterioso pirata espacial vaga por el universo en su nave de combate, la Arcadia, atacando las naves enemigas. El líder de la flota de Gaia, Ezra, envía a su hermano menor, Logan, para que se infiltre en la Arcadia y asesine a Harlock, pero Logan no tarda en descubrir que las cosas no son siempre lo que parecen y las leyendas nacen por alguna razón. 

Primero, la razón por la que deberían ver, sin falta, ‘Capitán Harlock’ en la gran pantalla, y en 3d: es todo un prodigio de la animación digital. No siempre encontramos un uso adecuado del formato estereoscópico, más allá de encarecer el precio de la entrada.

‘Capitán Harlock’ exprime las posibilidades del 3d convirtiéndolo en protagonista, y también lleva al límite la tecnología, regalándonos un espectáculo visual épico y sobresaliente.

El clásico de culto de Leiji Matsumoto renovado con excelencia técnica para el Siglo XXI. Hasta aquí, Toei Animation solo merece que nos quitemos el sombrero y aplaudamos todos y cada uno de los aspectos de producción.

¿Qué falla (estrepitosamente) entonces, en la película de Shinji Aramaki?

El libreto, un auténtico batiburrillo que aglutina todos los errores que, muy a menudo, desmerecen los prodigios técnicos de cualquier Anime: la sonrojante inconsistencia narrativa.

Todos los personajes, incluido el afectado protagonista, no pasan de esbozos parlantes. Repletos de clichés, con motivaciones increíbles o increíblemente estúpidas (el traumático desencadenante de la tensa relación entre los dos hermanos, por ejemplo, es de chiste) e inexplicables giros y cosas que pasan porque sí… devastadores torpedos en la línea de flotación dramática de la película.

Pero hay más: el plomizo sentido del humor idiota tan característico del género nipón, que debería ser erradicado cuando se trata de dramas de acción; la gratuita erotización de las mujeres que, en esta ocasión (sobre todo en el escaneo completo a la Actioner compañera de Harlock o el indefendible modelito de la extraterrestre que controla la Arcadia) se pasa de la raya sin ninguna justificación.

Para terminar, mención especial a los guiños/homenajes/cortapegas de otras sagas galácticas como ‘Star Wars’ o ‘Star Trek’, recicladas para la ocasión bajo el prisma del Pirata Espacial, en modo ‘no me corto un pelo’.

Lástima que el Doctorado técnico no esté acompañado de una buena historia.

Con un esfuerzo mayor en trabajar los personajes y cierto sentido a eso de la ‘Introducción, nudo y desenlace’, ’Capitán Harlock’ habría sido un clásico instantáneo.

Lo mejor: a nivel técnico es irreprochable.

Lo peor: el guión.

Por: Eduardo Boanfonte Serrano.