Críticas de Cine: ‘Los Juegos del Hambre: Sinsajo (Parte 1)’: comienza la revolución

Póster de 'Los Juegos del Hambre: Sinsajo (Parte I)'

Katniss Everdeen se encuentra en el Distrito 13 después de destrozar los Juegos para siempre. Bajo el liderazgo de la comandante Coin y el consejo de sus amigos más leales, Katniss extiende sus alas mientras lucha por salvar a Peeta Mellark y a una nación alentada por su valentía… Tercera y última entrega de la saga literaria ‘Los juegos del hambre’ de Suzanne Collins, que se divide en dos películas. 

De entre las sagas fantásticas de corte adolescente, capaces de generar legiones de seguidores y pingües beneficios, solo ‘Los Juegos del Hambre’ ha aguantado el combate de Hogwarts y Mordor creciendo, además, con cada nueva entrega.

Siguiendo la táctica de dividir la última novela en dos películas (que ya vimos en el citado Potter y la ‘Saga Crepúsculo’, por ejemplo), ‘Los Juegos del Hambre: Sinsajo (Parte I)’ adolece del mismo problema que todas las entregas sin un final definido: el desenlace te deja frío.

Son muchas las virtudes de la cinta de Francis Lawrence: el trasfondo político-militar; el desarrollo de los personajes y las tramas principales; la asfixiante atmósfera (con algunas escenas memorables, como el rescate de Peeta); el suspense creciente; la dureza del mensaje que subyace entre manipulaciones de los medios amigos y enemigos, formando Iconos que alienten la rebelión…

Jennifer Lawrence y Josh Hutcherson, mayúsculos ilustrando el descenso a los Infiernos de Katniss y Peeta, practicando otro tipo de Juegos del Hambre que implican el destino de una Nación, son razones más que suficientes para dar la entrada por bien pagada.

Si, además, los escuderos son actores de la talla del fallecido Philip Seymour-Hoffman , la siempre superlativa Julianne Moore y el odioso (y fascinante) Donald Sutherland, la fiesta interpretativa está servida.

Pese a su condición de película de transición, el inicio de la rebelión de Katniss tiene ese algo imprescindible en una saga que perdure más allá de las dos horas de metraje: alma.

La misma alma que alentó a Harry Potter en su lucha con Voldemort; la que dio a Frodo fuerzas para arrojar el Anillo al Monte del Destino… y a Bilbo a adentrarse en la Desolación de Smaug.

La mejor entrega hasta el momento presagia un final apoteósico. La pregunta es ¿pondrá la guinda al pastel cocinado en el primer vuelo del Sinsajo?

Lo mejor: hay película más allá del fenómeno de masas.

Lo peor: el abrupto final.

Por: Eduardo Bonafonte Serrano.

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