Críticas de Cine: ‘Ahí os quedáis’: mil veces vista, y sin gracia


La muerte del patriarca congrega por primera vez en muchos años al clan de los Foxman. El luto de Judd es doble: además de su padre tambien ha muerto su matrimonio. Es de dominio público que Jen, su mujer, tiene un romance con su jefe. Siguiendo la tradición judía, los Foxman deberán permanecer en la casa familiar siete días y siete noches. El conflicto surge al salir a la luz viejas pasiones y rencores del pasado, ocultos durante años. Cuando parece que la situación va a estallar, llega Jen para comunicar una importante noticia: está embarazada.

Un funeral. No hay momento con más potencial para reunir a una familia distanciada y disfuncional, y dejar que los acontecimientos, los rencores y las rencillas exploten.

Ya sea en clave de Comedia (‘Un funeral de muerte’), o Dramedia (‘Agosto’), el entierro de un ser querido propicia grandes acontecimientos cinematográficos… casi siempre.

‘Ahí os quedáis’, es un continuo quiero y no puedo. Como drama está muy visto (los variopintos hijos vuelven a casa para reencontrarse entre ellos y a sí mismos) y como comedia apenas pasa de algunos gags acertados (el orinal del pequeñajo, Adam Driver explotando su vis cómica, la pelea en el hospital…).

Ni siquiera la presencia de Jason Bateman y Tina Fey, muy por encima de la cinta y también de los tópicos de sus personajes, o una increíblemente bien conservada Jane Fonda como la matriarca de la familia, salvan los muebles de esta película edificada en el altibajo.

La pretendida irreverencia no es lo suficientemente picante ni gamberra, y el discurso final que subyace es el (conformista, correcto) mismo de siempre: la familia es lo más; la redención está ahí para quien la busque; el amor verdadero se termina encontrando…

Y, para colmo, es de las pocas veces que encontramos un personaje injustificable en el reparto principal (prueben a quitarlo en cada escena en que aparece, verán que no ocurre nada): Timothy Olyphant.

Si es su primera película ‘de funerales’, quizás la disfruten sin mirar el reloj. Si han tenido la suerte de asistir a ‘Un funeral de muerte’ (la inglesa, por supuesto), no pierdan el tiempo.

Lo mejor: Jason Bateman y Tina Fey.

Lo peor: predecible de principio a fin.

Por: Eduardo Bonafonte Serrano.

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