Críticas de Cine: 'Mil maneras de morder el polvo': el Oeste no es el protagonista
1882.
Old Stump (Arizona). Tras acobardarse en un duelo, el ovejero Albert Stark ve
como su novia le abandona. Después quedar como un "gallina", no ve
más salida que abandonar el pueblo rumbo a San Francisco. Sin embargo, la
llegada de una hermosa mujer cambia su decisión. Después de salvarla de una
pelea de salón, se convierten en grandes amigos y empiezan a tener un romance.
Lo que Albert desconoce es que la forastera es la esposa de un peligroso
forajido que tiene atemorizado a todo el Estado.
Todos aquellos que estén familiarizados con el universo
de Seth MacFarlane, creador de 'Padre de familia', 'Padre made in Usa', 'El
show de Cleveland', y la descacharrante película 'Ted', sabrán que el humor de
este enfant terrible del Star System norteamericano,
no es 'para todos los públicos'.
Llevando al límite de la extravagancia (que no estupidez)
el humor, los fans MacFarlane y su obra están acostumbrados a que cada nueva
historia esté plagada de giros, incorrección, referencias de todo pelaje,
homenajes velados y no tan velados, momentos bizarros, la traslación
televisiva/cinematográfica de la Stand up
comedy y, en definitiva, un festín para los amantes del humor que puede salir por cualquier lado.
Lo de MacFarlane no va de revitalizar géneros, sino de
desplegar su estilo dentro de un contexto que, en este caso, es el salvaje
oeste (en otros, por poner un ejemplo, fue 'Star Wars').
Sería un error (y probablemente a ello se deban muchas de
las interesadas críticas que se han
hecho de la película) abordar la crítica de 'Mil maneras de morder el polvo'
bajo el prisma de un Western cómico.
No lo es, ni de lejos. MacFarlane utiliza (como ha hecho
siempre) el telón de fondo como pretexto para desatar toda la creatividad del
cómico de raza, frente al público. Y sí, es cierto que algunos gags no terminan de funcionar y que,
considerada en su conjunto, su película sea peor que 'Ted'.
Pero los fans de MacFarlane y la comedia con recovecos,
tendrán momentazos para dar y tomar:
las coñas con las fotografías, los excepcionales cameos que harán las delicias de los espectadores, la
extraordinaria química entre Charlize Theron (que vale para cualquier género) y
MacFarlane; las ovejas descarriadas, Neil Patrick Harris haciendo lo que mejor
sabe, Sarah Silverman, Giovanni Ribisi...
¿Es una película memorable, o la mejor Comedia del curso?
En absoluto, pero para el que sepa qué clase de película va a ver y en qué
universo (el de MacFarlane, con todo lo que conlleva) se enclava, resultará de
lo más estimulante... y desternillante.
Lo
mejor: los cameos y la química Theron-MacFarlane.
Lo
peor: con la lectura errónea, no pasa el corte.
Por: Eduardo Bonafonte Serrano.
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