Críticas de Cine: 'Yo, Frankenstein': ¡pobre monstruo!


Dos siglos después, Adam, la criatura siniestra creada por el Dr. Frankestein, trata de pasar inadvertido por el mundo, escondiéndose de los seres humanos que le ven como a un monstruo. Pero una terrible guerra está a punto de estallar entre el bien, representado por los ángeles y el mal, liderado por entes demoníacos que pretenden apoderarse del universo. Inmortal y ejemplo claro de que los muertos pueden regresar a la vida, se convierte en objetivo de los dos bandos por motivos distintos. 

El primer póster, el primer tráiler, e incluso la primera imagen del desubicado Aaron Eckhart, no presagiaban nada bueno para 'Yo, Frankenstein', enésima adaptación libre (esta vez basada en la novela gráfica homónima) del clásico monstruo de Mary Shelley que, definitivamente, ha conocido días mejores.

'Yo, Frankenstein' podría, perfectamente, ser un spin-off no confeso de 'Underworld', aledaños y semejantes. Los 'innovadores' productores, de hecho, son los mismos.

El apartado visual, calcado. El villano es el mismo (grandísimo Bill Nighy, que aquí se limita a poner el piloto automático), y las 'motivaciones' de los personajes, incluido el principal, son aún más banales y planas que en la Saga vampírico-licántropa, donde al menos la heroína evoluciona.

Por supuesto, desde el primer minuto sabemos lo que va a pasar, las situaciones y escenarios se suceden en continuo déjà vu. Si son fans de la saga capitaneada por Kate Beckinsale, no pierdan el tiempo con un clon a medio cocer.

'Yo, Frankenstein' es la misma película, con otro nombre y menos gracia. Cambiemos vampiros por Gárgolas (muy bien hechas), Licántropos por Demonios, y metamos con calzador al pobre monstruo de Frankenstein, que hace lo que hace como podría hacer cualquier otra cosa.

Además, la cinta de Stuart Beattie puede vanagloriarse de no llegar a los 83 minutos de metraje (el resto son créditos), y aún así aburrirnos como ostras.

Entre la amplia oferta cinematográfica en torno a la obra de Shelley, les aconsejamos tirar de videoteca. Empiecen con los clásicos, sigan con curiosas propuestas noventeras como el 'Frankenstein unbound' de John Hurt; rían a gusto con 'El jovencito Frankenstein'; añadan el correcto homenaje de Kenneth Brannagh, la delirante 'Van Helsing' de Stephen Sommers y si al final tienen las fuerzas suficientes, atrévanse con ésta. 

Pero sin anestesia, ni lo intenten.

Lo mejor: el diseño de las Gárgolas.

Lo peor: no es un homenaje, ni siquiera coge referencias de aquí y allá... es una copia.

Por: Eduardo Bonafonte Serrano.

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