'Hablando de Series': 'Vikings'. Poniente tiene rival
'Vikings' llamó a mi puerta como quien no quiere la cosa, a través de la recomendación de un amigo. La tenía, por supuesto, en el punto de mira y 'lista de visionados' pendientes, pero la puse por delante de las demás cuando me dijeron 'es una maravilla, rivaliza con Poniente'.
Ahora, tras disfrutar de todo lo emitido hasta el momento (casi dos temporadas completas), 'Vikings' se ha convertido en todo un descubrimiento, muy diferente a 'Juego de Tronos' pero capaz de rivalizar con la serie basada en la 'Canción de hielo y fuego' de George R.R. Martin en calidad e impacto en la audiencia.
Muchos de vosotros pensaréis que semejante afirmación es casi sacrílega, pero lo bonito de la buena televisión es poder paladear cada producto de calidad como se merece.
La Serie creada por Michael Hirst cuenta con un montón de bondades como para sostenerse por sí sola, huyendo de comparaciones y apuntándose a los buques insignia que no se parecen a otras cosas ya vistas. El episodio piloto, de la mano del siempre brutal pero a la vez correcto Neil Marshall (experto en esto de facturar productos pseudo históricos dándoles un lavado de cara), nos presenta a Ragnar Lothbrok, un guerrero y granjero que, harto de saquear a las órdenes de su Lord, encuentra la manera de viajar a otras tierras desconocidas para expandir sus conocimientos... y sus riquezas.
Con la ayuda de su amigo Floki, su hermano Rollo y su mujer Lagherta, se embarcará en una aventura hacia tierras extrañas, donde el choque físico y cultural determinará el curso de la historia.
'Vikings' está basada en las leyendas nórdicas de Ragnar Lothbrok, todo un héroe popular y un icono histórico. La primera ventaja de 'Vikings' es su impactante realismo. La Serie está tratada como si tal cosa, huyendo de efectismos gratuitos y épica de baratillo.
Los personajes viven y respiran, resultando creíbles desde el primer minuto. El actor australiano Travis Fimmel compone un Ragnar espectacular. Curioso, innovador, amante de su familia, pero a la vez descarnado, excéntrico y brutal.
Su personaje nos fascina desde el primer momento, y en cada episodio va creciendo, mostrando nuevas facetas con apenas una mirada y un par de gestos. Ragnar es un guerrero, un Vikingo de tomo y lomo. Por si esto fuera poco, todo el reparto que le acompaña está en su sitio, resultando tan creíble como su Conde. Para la posteridad televisiva quedará el carismáico Floki, la escudera Lagherta, el atribulado hermano Rollo y el 'Sacerdote' Athelstan.
'Vikings' además, cuenta con una ventaja sobre las últimas Series de temática histórica/pseudo histórica o incluso fantástica: que es plenamente capaz de insinuar sin mostrar, cosa que es de agradecer en estos tiempos donde el debate está abierto sobre la violencia o el sexo gratuito en las Series televisivas.
¿Hay sexo en la Serie? Por supuesto. ¿Hay violencia? Desde luego... pero puede verla casi todo el mundo, sin miedo a que se escape un pecho cada cinco minutos o un miembro viril tenga un fálico primer plano en la pantalla.
En los últimos años, algunos shows se han vuelto demasiado extremos, no siempre de manera justificada (el debate con 'Juego de Tronos' lleva abierto desde que arrancó, por ejemplo, pero eso es otro cantar, ya que las Novelas de Martin son aún más explícitas), pero 'Vikings', prefiere mostrar lo justo sin perder un ápice de interés.
Excelente Serie, de obligado visionado para todos los amantes del género histórico y la buena televisión. Magnífica producción, excelente banda sonora, soberbias interpretaciones, guiones sólidos y realismo sin torture porn.
Esto es 'Vikings'. Ni más, ni (desde luego) menos.
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