Críticas de Cine: 'Godzilla (2014)': el Rey nos salva a todos
Los
desastres naturales se suceden con demasiada frecuencia en el planeta. Tsunamis
y maremotos llaman especialmente la atención del científico Joe Brody, que cree
que son el presagio de una catástrofe mayor. Tras intentar alertar, en vano, a
las autoridades, la llegada de unos gigantescos monstruos confirma sus
presagios. El ejército se verá desbordado ante estas fuerzas de la destrucción
pero un dinosaurio marino, producto de mutaciones radioactivas, Godzilla,
saldrá en defensa de la humanidad.
El británico Gareth Edwards sorprendió a propios y
extraños con ese romance indie
llamado 'Monsters', donde se las ingenió para hacer una película visualmente
atractiva con un puñado de dólares sin descuidar, además, el calado dramático
del relato, apoyado en una pareja protagonista inolvidable.
Por tanto, que su primera incursión en el cine de gran
presupuesto consista en reflotar al rey de los monstruos, Godzilla, tras la
divertida pero tremendamente estúpida película de Roland Emmerich, es lo más
normal del mundo.
Edwards vuelve a las raíces del personaje de la mítica
productora Toho, articulando una cinta visualmente impactante donde el diseño
de producción, los efectos visuales y la banda sonora del siempre magnífico
Alexandre Desplat brillan con luz propia.
Pero la revisión de 'Godzilla', tiene dos bloques
demasiado diferenciados, que lastran el resultado final.
Tras un comienzo prometedor, acometemos la primera hora
del espectáculo presentando a los personajes y el origen del Saurio. Efectivos esbozos
aquí y allá que se entrelazan con la acción. Pese a que los mimbres dramáticos
son muy endebles y los personajes están llenos de clichés, el oficio de Bryan
Cranston, Juliette Binoche, Aaron Taylor y Ken Watanabe consiguen insuflar
cierta vida a los atribulados espectadores del regreso de Godzilla y su cruenta
lucha contra los M.U.T.O.S.
Si toda la película hubiera seguido la misma senda,
estaríamos ante el 'Pacific Rim' de 2014.
Pero Edwards comete el gran error de rendirse a los
postulados del moderno Blockbuster, abandonando
los buenos modos exhibidos hasta el
ecuador de la cinta y subiéndose en primera fila a la montaña rusa.
Durante la segunda hora , 'Godzilla' saca la artillería
pesada militarizando cada escena y rindiéndose al cuanto más, mejor. Y en semejante escenario es inevitable
contemplar situaciones que hemos visto una y mil veces, sabiendo a cada momento
lo que va a pasar y (ahora sí), reduciendo el dramatismo del relato a la mínima
expresión.
Godzilla ya no es el protagonista, los personajes
tampoco. Alcanzar el clímax a golpe de traca es lo único que importa.
Una actualización notable pero... muy alejada de lo
esperado.
Lo
mejor: se toma su tiempo en mostrarnos al Rey.
Lo
peor: abandonarse a las directrices de la peor cara del Blockbuster moderno.
Por: Eduardo Bonafonte Serrano.
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