Steven Spielberg: Dios salve al Rey
No estoy aquí para escribir sobre la Biografía de Steven
Spielberg. Para eso, basta con tirar de su ficha en IMDB o los cientos de miles
de entradas que encontraréis al googlearlo.
Mi relación con Steven y su Cine empezó muy pronto (antes de
Star Trek, de Star Wars, de los clásicos, de Kubrick, de Leone… de todo lo que
hace grande al cine): en una sala repleta de gente, de ésas con anfiteatros y
acomodador. La película que proyectaban os sonará un poquito. Se llamaba ‘E.T.
el extraterrestre’, y cambió mi mundo con tan solo cinco años de edad.
Y es que Steven es así. Consigue que su cine te atrape.
La majestad con la que cuida cada plano, sus magníficas
transiciones, esa capacidad innata para penetrar en la mente del espectador y
despertar sus sentimientos. Un director polivalente que ha sabido labrarse una
carrera sólida, sacando galones en todos los géneros que ha tocado.
¿Que metió la pata con algunas películas? El debate está ahí, y
muchos hablarán de ‘Amistad’ o ‘El color púrpura’ como sus fracasos más
sonados. Pero el fracaso de Spielberg… es el éxito de (casi) cualquier otro.
El ‘Rey Midas de Hollywood’ ha colocado en el imaginario
colectivo más Iconos, frases, momentos y pasajes cinematográficos que nadie (ni
Lucas… ¡ni Lucas!). También ha sido el más parodiado e imitado desde que las
fauces del tiburón pusieron de los nervios a todo bicho viviente que evitó
meterse en el agua hasta que se le pasara el miedo.
Solo los grandes crean escuela. Y solo los grandes marcan
páginas de la historia.
Dios salve al Rey. Por traernos al escualo más peligroso; por
poner a Indy frente a frente con un bigardo y hacer que le disparara y se
quedara tan tranquilo; por tener un teléfono a mano con el que E.T. llamara a
casa; por hacernos llorar e indignarnos con la dichosa lista de Schindler; por
salvar al Soldado Ryan y devolver a lo más alto el maltrecho género bélico; por
hallar esperanza en una época de ciencia-ficción desnortada con su ‘Minority report’;
por conseguir que el politono de ‘Encuentros en la tercera fase’ reinara con
mano firme sobre todos los móviles a los que vale la pena llamar; por dar vida
a un Tintín tan maravilloso como el del Noveno arte… por su pasión, su entrega
y el compromiso en firme que siempre ha tenido con el público.
Y, no creáis, me quedan tantos por qué para llenar folios y más
folios.
Dios salve al Rey (Midas o no) de Hollywood.
No tiene nada que demostrar, pero sigue empeñado en intentarlo.
Por: Eduardo Bonafonte Serrano.
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