Críticas de Cine: ’300. El origen de un Imperio’: ocho años tarde
El
gran rey Jerjes de Persia, mitad hombre y mitad dios, quiere vengar la afrenta
sufrida por su padre Darío I en la Batalla de Maratón. Invadir y conquistar
Grecia se ha convertido en una obsesión. Después de la victoria en el paso de
las Termópilas ante los Espartanos de Leónidas, su Gran Armada avanza
inexorablemente hacia la capital de la cultura helena, Atenas. Sin embargo,
Temístocles, general ateniense, prepara una flota para enfrentarse a los persas
de la ambiciosa Artemisia en Salamina.
Es una pena que esta secuela y a la vez Spin-off de '300'
llegue tan tarde.
La cinta que redefinió el estilo visual del cine de
acción, encumbró a los altares a Zack Snyder y fue parodiada e imitada hasta la
saciedad ('Inmortals', 'Hércules: el origen de la leyenda', la serie televisiva
'Espartaco', la próxima 'Pompeya') supuso un revulsivo en el género pero
(seamos serios) a nivel narrativo tenía muy poco que ofrecer.
Casi diez años después aterriza en nuestras pantallas
'300: el origen de un Imperio', una cinta que acusa, y mucho, el paso del
tiempo.
¿Por qué? Por el hecho de que, a pesar de ser mucho mejor
que su predecesora, sufre el desgaste de la fórmula con la que cine, televisión
e incluso videojuegos nos han machacado estos años.
Aquí el Libreto es sencillo pero sólido. Lo que en '300'
no era más que una exaltación de la camaradería y un supermercado de
esteroides, en la secuela (aunque se hartarán también de ver cuerpos Danone) se busca dar consistencia
a lo que allí acontece.
Los personajes tienen motivaciones diferentes al sexo y
la sangre, y hay más de uno interesante (en '300', Leonidas, y ya). Mención
especial para la siempre magnífica Eva Green, a la que odiamos, tememos y
deseamos a partes iguales. Verdadera villana de la cinta, una vez que el
director Noam Murro, con buen criterio, pasa al soso de Jerjes a un segundo plano.
De nuevo la propuesta visual es intachable, llevando un
poco más allá lo que hizo Snyder, y regalando algunas escenas realmente
memorables (el prólogo al completo, las batallas navales y los excelentes
créditos finales).
Si '300: el origen de un Imperio', se hubiera estrenado
antes de que su legado fuera exprimido hasta no dejar ni gota, sin duda la calificaríamos
muy por encima de la original.
Pero años de maltrato la obra de Snyder y Miller, de
sucedáneos de todo pelaje y parodias que forman parte del imaginario colectivo
pesan demasiado, y la sensación (irreal en cuanto hacemos una lectura objetiva)
de que esto está muy visto nos
resulta inevitable.
El desenlace (si la taquilla acompaña) presagia una nueva
entrega que, esperemos, no tarde otra década en llegar.
Lo
mejor: es mucho mejor que la primera.
Lo
peor: llega muy tarde.
Por: Eduardo Bonafonte Serrano.
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