Críticas de Cine: ‘Gravity’: sin duda, directa al Oscar
El astronauta Mike Kowalsky encara otra misión en el espacio a bordo de un trasbordador. En esta ocasión, le acompaña la ingeniera médica, Stone, en su primera expedición. A todas luces, la misión debe resultar sencilla. Sin embargo, un terrible accidente en la cápsula espacial provoca que los astronautas queden aislados en el exterior e incomunicados con la Tierra, dependiendo del oxígeno de sus trajes para sobrevivir. Flotando solos en el vacío, intentarán por todos los medios volver a casa.
Cojan ‘Apollo 13′, y denle la vuelta. Imaginen cualquier película del espacio Made in Hollywood, donde los astronautas de turno salvan el día de la amenaza que toque, y piensen en todo lo contrario.
Y ni así, conseguirán acercarse a ‘Gravity’, una magnífica epopeya espacial donde Alfonso Cuarón vuelve a doctorarse, pariendo una película inolvidable donde el espacio (inmersivo, excelente, agobiante, facturado como no hemos visto jamás) es el lienzo donde el Director pintará una historia por y para los personajes.
Grandes personajes.
Alfonso Cuarón no pierde ni un segundo, involucrándonos con una narración limpia, sabedor de la joya técnica que tiene entre manos y necesita ser explotada.
Por fin podremos experimentar en toda su extensión desde nuestras butacas la inmensidad del espacio que nos atenaza, haciendo que nos preguntemos qué narices hacemos aquí y adquiriendo plena consciencia de nuestro pequeño pero decisivo papel en este rinconcito del Universo.
A través de la aventura de Kowalsky y Stone (Clooney y Bullock, apabullantes) ‘Gravity’ habla largo y tendido sobre la soledad, la redención y el reencuentro de los que van por la vida perdidos, exprimiendo a la vez el suspense y la intriga, pero orbitando siempre en torno a la dimensión humana.
El 3d está aquí al servicio de la historia, llevando al límite la tecnología para que seamos partícipes de la grandeza del Relato mientras nuestras retinas se derriten, rendidas ante el complejo espectáculo visual.
En ‘Gravity’, el espacio no está vacío, ni es tan frío; y, desde luego, sí se pueden oír los gritos cuando la desesperación y la lucha por la supervivencia alcanzan la cima, poniendo a prueba nuestra humanidad.
Una película imprescindible que, esperemos, rubrique su importancia con una cantidad estimable de merecidos Premios Oscar.
Lo mejor: todo.
Lo peor: que los prejuicios ante “otra peli del espacio” logren que algunos espectadores se la pierdan.
Por: Eduardo Bonafonte Serrano.
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