Críticas de Cine: ‘Capitán Phillips’: Tom Hanks, el Titán


8 de Abril de 2009. El buque de carga “Maersk Alabama” parte de Kenia con un cargamento de contenedores de comida de la ONU. A 240 millas de la costa somalí, el carguero es interceptado por un esquife pirata y la tripulación, bajo el mando del capitán Richard Phillips, es retenida por cuatro peligrosos bandidos. Viéndose incapaces de controlar el barco, los piratas huyen con Phillips. Tras tres días intensos luchando por sobrevivir a bordo del bote, es rescatado por los Navy Seals americanos.
No exagero al decir que estamos ante la mejor interpretación de Tom Hanks en su extensa y prolífica carrera. Cada minuto que este mayúsculo actor ocupa en pantalla es un regalo para el espectador y en ‘Capitán Phillips’, hace suyo un personaje creíble envuelto en un escenario excepcional.
Desde el primer al último minuto (mención especial para el desgarrador final, que nos pone los pelos como escarpias), la lección interpretativa de este Titán queda para el recuerdo, postulándose de nuevo para los Oscar, en una Ceremonia que va a estar muy reñida ante tantas interpretaciones de altura.
Pero si la composición de Hanks ya vale el precio de la entrada, Paul Greengrass se encarga de que todo lo demás también funcione a la perfección.
Administrando los tiempos, cuidando la cadencia narrativa y dominando la puesta en escena, Greengrass nos encamina hacia el clímax, donde nos morderemos las uñas una y otra vez, rendidos, implicados al cien por cien, esperando el desenlace de esta marítima desventura.
Pero esto no es todo: el Director de las mejores entregas de Bourne y la perturbadora ‘United 93′, cuenta la historia dejando al espectador que decida de qué lado está.
Aquí no hay ‘buenos’ ni ‘malos’.
Los Piratas Somalíes, ignorantes, desesperados y aplastados por las circunstancias son presentados con minuciosidad documental, como la tripulación del ‘Maerks Alabama’, el ejército de los Estados Unidos (todas las escenas que incluyen a los Navy Seals sobrecogen por su veracidad) y las Directrices de Gobiernos, Señores de la Guerra y demás concursantes de tan complicada situación.
Greengrass no emite juicios, pero sí dispone las piezas en el tablero, para que el espectador saque sus propias conclusiones.
Nos sorprenderemos al ver que, al final, no es tan fácil elegir bando, pues la zona gris es demasiado extensa. Las lecturas políticas, éticas y morales están ahí, pero el Director no nos da un bofetón con ellas, y somos nosotros los que, siempre, decidimos.
Magnífico thriller dramático, de proa a popa.
Lo mejor: Tom Hanks. Sin palabras.
Lo peor: algún momento de excesiva frialdad.
Por: Eduardo Bonafonte Serrano.

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