Críticas de Cine: ‘G.I. Joe: la venganza’: ¿y las Películas, no necesitan guión?


El comando G.I.Joe se ha enfrentado a las diabólicas fuerzas de Cobra y, de momento, han conseguido una gran victoria sobre la temible Baronesa. Pero no han sido completamente destruidos y uno de los miembros de Cobra ha asumido la personalidad del presidente de los Estados Unidos. A partir de este momento, Duke y los suyos tendrán otro enemigo, un impostor mucho más peligroso, ahora desde la propia Casa Blanca, que intentará acabar con la operatividad del grupo, baluarte de la seguridad mundial.
Primero, lo evidente: el noventa y nueve por ciento de las veces que se lleve a la Gran Pantalla una historia basada en juguetes, el resultado será mediocre.
Hasbro vio nacer su gallina de los huevos de oro cuando Michael Bay reventó las taquillas de todo el mundo con ‘Transformers’, y siguió haciéndolo con las dos secuelas (hasta el momento) posteriores, que iban ganando en espectacularidad visual a medida que perdían entidad dramática.
‘G.I. Joe: La venganza’ continúa el argumento de la primera cinta, dirigida por Stephen Sommers que, sin ser nada del otro mundo, al menos se esforzaba en buscar ciertos matices a sus personajes, más allá del busto parlante.
Jon M. Chu, director de esta entrega, decide ir directo al grano, y ofrecer un espectáculo castrensehipervitaminado y mineralizado, donde todo explosione a ritmo frenético mientras envuelve a estos héroes americanos planos hasta la nausea en continuas loas al Patriotismo de Barras y Estrellas.
A Chu el guión le importa un pimiento, y ni siquiera se detiene en el trazo grueso: todos y cada uno de los personajes de su película están más vistos que el hilo negro, y sabes qué van a decir con sonrojante antelación.
La cinta solo salva los muebles por la imponente presencia en pantalla de Dwayne Johnson y Bruce Willis, capaces de venderle agua a un delfín y, también, por algunas escenas que pasarán a la Historia del Cine de acción del Siglo XXI (la lucha Ninja en el Himalaya es una auténtica maravilla).
Es evidente que las dos horas de metraje pasan en un suspiro y Chu sabe mantener el pulso para que ningún espectador (aunque pueda sentirse insultado a ratos por la estupidez narrativa del conjunto) se quede dormido en su butaca.
A menos que la taquilla acompañe, no hay justificación alguna para mantener a los Joe`s en activo, y dos aventuras son más que suficientes para que pasen la reserva cinematográfica.
Sin reenganche, por favor.
Lo mejor: Bruce Willis y Dwayne Johnson, siempre en su sitio.
Lo peor: Channing Tatum, el actor más sobrevalorado de Hollywood, y la ausencia de un Libreto mínimamente decente.
Por: Eduardo Bonafonte Serrano

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