Críticas de Cine. 'Marte (The Martian)': ya era hora, Ridley

Póster de Marte (The Martian)

Durante una misión tripulada a Marte, el astronauta Mark Watney es dado por muerto tras una feroz tormenta y es abandonado por su tripulación. Pero Watney ha sobrevivido y se encuentra atrapado y solo en el planeta hostil. Con suministros escasos, deberá recurrir a su ingenio y a su instinto de supervivencia para encontrar la manera de comunicar a la Tierra que ha sobrevivido.

Si tuviera enfrente a Ridley Scott, le propinaría una Trinidad de (dialécticas) collejas por 'Prometheus', 'Exodus' y 'El Consejero' pero, también, un gran apretón de manos por la redentora 'Marte (The Martian)', donde el británico vuelve a sus cabales.

'The Martian' es una aventura de supervivencia marciana optimista y alegre, científicamente rigurosa y capitaneada por un mayúsculo Matt Damon, actor como la copa de un pino que ha alcanzado la madurez, cargándose a sus espaldas todo el peso de la cinta.

Gracias a (aquí sí. Aprended, panfletistas de 'Prometheus') un libreto coherente y bien hilvanado, Scott puede despacharse a gusto derritiendo las retinas del espectador con los espectaculares paisajes del planeta rojo; abundan en la película los hipnóticos planos para el recuerdo.

A ratos cómica, a ratos épica, a ratos trágica... la cinta del director de 'Alien' camina entre géneros, cambiando el plomizo rollo existencialista del 'Interstellar' de Nolan por lo que, seguramente, haría un astronauta listo y vitalista para sobrevivir a toda costa (reciclado de heces y música disco, incluidas), sin volverse locos.

No es oro todo lo que reluce, por supuesto: los personajes secundarios apenas están esbozados, y los que se desarrollan lo hacen a golpe de tópicos (el capullo director de la NASA, el amable director de Misión, el Nerd experto en aerodinámica, la práctica totalidad de la tripulación de la Hermes); además, en alguna ocasión Scott pierde el control de la situación, metiendo con calzador los tintes cómicos en momentos donde debería imperar el drama.

Así y todo, las dos horas y cuarto de metraje pasan volando, insuflando vida a la carrera de un cineasta que llevaba años (prácticamente desde 'Gladiator') viviendo de las rentas de 'una película del aclamado director de 'Blade Runner'.

Con los proyectos que tiene por delante, esperemos que 'The Martian' sea el comienzo de una segunda juventud.

Lo mejor: Ridley Scott sigue ahí.


Lo peor: a veces no sabe qué clase de película es.

Por: Eduardo Bonafonte Serrano.

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